Tarde. Muy tarde. Y sin conmemoración protocolaria oficial alguna. Así es cómo UPN está dando cumplimiento a las mociones que la mayoría del Pleno aprobó en recuerdo de las personas represaliadas, muertas o asesinadas por permanecer leales a la II República Española.
Si hace unos meses, y sin previo aviso, el equipo de gobierno municipal por fin colocaba en el zaguán del Ayuntamiento la placa en conmemoración de los concejales y trabajadores municipales víctimas de la represión que originó el golpe de estado franquista de 1936, la semana pasada UPN colocaba un monolito de piedra y una placa en homenaje a los 298 pamploneses fusilados por igual motivo, en el lugar de la Vuelta del Castillo de Pamplona en donde cada 14 de abril la Asociación de Fusilados de Navarra celebra un acto en recuerdo a dichas víctimas.
Para los socialistas, estos cumplimientos suponen espacial motivo de orgullo. No en vano, la inmensa mayoría de víctimas pertenecían a nuestro Partido y a la Unión General de Trabajadores.