Este domingo, Diario de Navarra publica el artículo de opinión de nuestra portavoz municipal, Maite Esporrín, bajo el título "Enrique Maya y su huida hacia adelante", que reproducimos por su interés:
"Enrique Maya y su equipo llevan toda la legislatura tratando de gobernar el Ayuntamiento de Pamplona como si tuvieran mayoría absoluta, cuestión que no responde en modo alguno al resultado electoral de los comicios celebrados en el 2019. El grupo municipal socialista ha estado durante todo el mandato apoyando cuantos asuntos consideramos buenos para Pamplona, coincidiendo en unas ocasiones con Navarra Suma y en otras con el resto de grupos de la oposición.
Cuando hubo que hacer frente a la triste pandemia de la Covid, desde el PSN-PSOE hicimos un importante esfuerzo de generosidad con Pamplona. Aunque Enrique Maya no se había hecho acreedor de ello, nos pusimos a disposición del equipo de Gobierno municipal para hacer frente a la crisis. Y, en coherencia con ello, al llegar el debate presupuestario para 2021 en diciembre del año pasado, realizamos una oferta a Navarra Suma para apoyar los presupuestos de este año, a cambio de unas ambiciosas enmiendas de corte social y progresista que el alcalde aceptó en su integridad.
A lo largo de la primera mitad del año, se fue haciendo un seguimiento mensual del acuerdo entre ambas partes y, aunque con desencuentros y alguna discrepancia fuerte -especialmente por el intento de Maya de buscar una solución unilateral al futuro de Los Caídos al margen de la memoria histórica-, las perspectivas sobre su cumplimiento no eran malas del todo, con logros tan importantes para nosotros como la gratuidad de las escuelas infantiles municipales.
Incomprensiblemente, todo cambió a vuelta de verano. Maya puso fin a los encuentros de seguimiento del pacto, sin haber sido convocados ni una sola vez por su parte, a pesar de las crecientes discrepancias. Hemos ido viendo cómo iban quedando aparcados asuntos claves del acuerdo, como la eliminación de las plazas de aparcamiento que Maya reinstauró en Pío XII, el proyecto de parking de las Huertas,la vivienda protegida pendiente de pactar con el Gobierno de Navarra así como la lilencia de la vivienda social en Ripagaina, el corredor del Labrit, el chalet para refugiados de Caparroso o las propuestas de memoria histórica. Y aún más alarmantes han sido las polémicas decisiones unilaterales del alcalde sobre dos temas fundamentales del acuerdo: la remodelación del paseo de Sarasate y la solución a la pasarela del Labrit, que los pamploneses la tendremos que pagar dos veces por su mala gestión.
De nada han servido los reiterados llamamientos a la prudencia, el diálogo y el consenso que ha hecho nuestro grupo a Navarra Suma y al alcalde. Como si tuviera mayoría absoluta, Maya ha olvidado que había un acuerdo y su condición minoritaria, retomando su actitud prepotente de comienzos de legislatura.
Desde el PSN aún no alcanzamos a comprender este empeño por incumplir y romper este buen acuerdo. Seguramente la sombra de Ayuso es alargada o las presiones regionales de su partido le hayan superado. No lo sabemos. Pero sí sabemos que en Pamplona la palabra dada es ley. Y tanto más si está firmada. Y es que, al incumplir lo firmado, Maya no ha engañado solo al PSN, lo ha hecho al conjunto de la ciudadanía pamplonesa.
Para colmo, la forma y argumentos que está utilizando para saltarse a la mayoría del pleno elegida democráticamente, no hace sino empeorar las cosas. Navarra Suma no puede aprovechar la dimisión y ausencia puntual de un concejal -sea cual sea el motivo de la misma- para intentar sacar adelante, en contra de la mayoría, algo tan importante como los presupuestos del próximo año. La composición institucional del Ayuntamiento gustará más o menos, pero es fruto de las urnas y nadie debe alterarla. Mucho menos con triquiñuelas y argumentos tan pobres y contradictorios como los usados por Maya que, en el mejor de los casos, le equipararían a conductas que dice criticar. Por eso le hacemos un nuevo llamamiento para que actúe con cordura institucional y abandone esta huida hacia adelante.
Al PSN de Pamplona no le afectan ni las mentiras ni las presiones que pretenden condicionarnos, solo nos guía el interés de la ciudad, proponiendo y apoyando en cada momento lo que consideramos que es bueno para Pamplona. Eso sí, respetando siempre nuestro ordenamiento institucional democrático. En eso hemos estado, estamos y seguiremos estando. Le pese a quien le pese".
