Incapaz de generar el mínimo consenso necesario en torno a su candidatura a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy lleva más de un mes agazapado y escurriendo su responsabilidad institucional. Ello ha dado paso a la nominación de Pedro Sánchez por parte del rey Felipe VI para intentar conformar gobierno.
El candidato socialista ha asumido el reto desde "la convicción de que España necesita un gobierno de cambio reformista que asuma los retos sociales, económicos e institucionales necesarios". Sánchez, quien en el último Comité Federal expresó su voluntad de hacer una consulta a la militancia sobre un eventual acuerdo de gobierno, confía obtener el respaldo institucional necesario para su investidura en el plazo de un mes.
