Finalmente habrá nueva convocatoria electoral para elegir el futuro gobierno de España. La fallida investidura de Pedro Sánchez de julio pasado, que frustró Pablo Iglesias con su negativa a aceptar el gobierno de coalición que le ofrecía el PSOE, ha dado paso a un diálogo de sordos en donde ni la izquierda ha sido capaz de ponerse de acuerdo para investir a Sánchez, ni la derecha ha tenido el mínimo sentido de Estado que evitara esta nueva cita con las urnas.
Pedro Sánchez ha achacado a la intransigencia de Pablo Iglesias la imposibilidad de un entendimiento entre las fuerzas progresistas, tanto por sus ambiciones personalistas como por la falta de solvencia y fiabilidad institucional ante los retos futuros que deberá afrontar el gobierno de España.
Ante ello, el PSOE acude a la cita con las urnas consciente del malestar ciudadano que ello ha causado y dispuesto a buscar una mayoría reforzada que permita un gobierno progresista que encare con solvencia asuntos claves como el enfriamiento económico en la zona euro o la próxima sentencia sobre el "procés" en Cataluña.