Asumido el mal resultado obtenido por nuestro Partido en las pasadas elecciones, parece que el anuncio de un rápido Congreso Federal para decidir quién debe liderar el PSOE no acaba de concretarse, ya que tanto algunas personas que se postulan para liderar el Partido como la dirección federal parecen dispuestas a estudiar fórmulas participativas distintas a las que estrictamente contemplan nuestros estatutos.
Esta bien que cualquier proceso interno y externo procure la mejora democrática. En este contexto, pueden ser comprensibles algunos pronunciamientos apresurados sobre los procedimientos y las personas que parecen en condiciones de asumir la responsabilidad de liderar nuestro proyecto. Pero, aun con la tranquilidad que da saber que en nuestra pasada Conferencia Política existe un sustento político e intelectual suficiente para desempeñar nuestra futura labor, mal haríamos en limitarnos a declaraciones y posicionamientos meramente nominales, tácticos o interesados.
Aun con las urgencias que las circunstancias marcan, si realmente queremos cambiar vicios pasados habrá que huir de posicionamientos rotundos y unilaterales colectivos sin previa consulta a la militancia. De no ser así, estaremos incurriendo en los mismos errores que decimos querer desterrar.
