SITUACIÓN LIMITE

Las presiones internas y externas que el Partido Socialista lleva soportando desde las elecciones de diciembre pasado, han desembocado en una crisis interna sin precedentes. Las voces críticas contra el Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, protagonizadas principalmente por algunos dirigentes regionales socialistas, y la incertidumbre institucional nacional, unida a las presiones mediáticas para permitir que Mariano Rajoy siga al frente del gobierno de España, han provocado el anuncio por parte de Sánchez de un inmediato Congreso Federal y la posterior dimisión de 17 miembros de su ejecutiva en disconformidad con tal medida. Todo lo cual ha generado una convulsión interna y una incertidumbre orgánica de incierta resolución.

Mientras Pedro Sánchez confía en el apoyo de la militancia por su postura de firmeza en contra de permitir el gobierno de Rajoy, la controversia interna crece y el riesgo de ruptura orgánica amenaza con dejar seriamente dañada a nuestra organización.

En este contexto, el Comité Regional del PSN reafirmaba de forma casi unánime el pasado sábado su apoyo a Pedro Sánchez y su negativa a un gobierno del PP. En parecidos términos se ha expresado la mayoría de la Comisión Ejecutiva Local y miembros de la asamblea de Pamplona que, convocados con motivo del inicio del nuevo curso político, se han reunido este martes en nuestra Agrupación con la presencia del Secretario de Organización del PSN, Santos Cerdán.

PRIORIDADES PARA EL NUEVO CURSO POLÍTICO MUNICIPAL

 

Este viernes nuestro Grupo Municipal ha realizado una comparecencia pública para explicar nuestras líneas de trabajo para el Ayuntamiento en el presente curso político y avanzar algunas propuestas.

 

Nuestra Portavoz, Maite Esporrín, ha destacado "nuestra prioridad por las políticas sociales, reclamando la asunción de una vez por todas de la totalidad en la gestión del Servicio de Atención Domiciliaria por parte de la empresa pública Asimec, la necesidad de frenar el progresivo desmantelamiento de las escuelas taller municipales o la reapertura de las viviendas comunitarias".  También ha incidido en algunos de los proyectos estratégicos que Pamplona precisa "como el desarrollo del TAP con la consiguiente eliminación del bucle ferroviario actual y la construcción de una nueva estación, la puesta en marcha del paralizado ascensor de Mendillorri, o planes específicos para los barrios más necesitados". Y en el ámbito institucional, ha reiterado las críticas a "las obsesiones identitarias de Asiron así como nuestro compromiso por la transparencia y la ética en las que tanto está defraudando el cuatripartito, la memoria histórica y la tolerancia cero con la violencia y el terrorismo", recordando "la predisposición socialista a apoyar todo lo que es bueno para Pamplona y a dialogar para lograrlo".

 

Como temas más concretos, ha analizado las políticas municipales sobre la bicicleta, criticando "aplazamientos como el desarrollo del carril-bici en Pío XII o el de la patrulla policial en bicicleta" o "la escasa repercusión de las jornadas del proyecto Bizikalea", reiterando "nuestra apuesta por la mejora del servicio municipal de alquiler de bicis" y proponiendo "el estudio para instalar aparcabicis dobles en los aparcamientos de bicis más saturados de nuestra ciudad".

 

Finalmente, y respecto a la Mancomunidad de Pamplona, ha mostrado "nuestra firme apuesta porque la nueva sede se instale en el edificio de Salesas, por estar en el centro y servir como mejor revulsivo para el Casco Antiguo de Pamplona".

UN PLENO QUE EVIDENCIA COMPORTAMIENTOS INCONGRUENTES

 

Como si el tiempo permaneciera inalterable, el primer Pleno Municipal celebrado tras el parón veraniego, ha constatado hasta qué punto les cuesta evolucionar a algunos grupos políticos en temas relacionados con actitudes violentas pasadas.

 

Así ha ocurrido con Bildu y el alcalde Asiron que, con la complacencia del resto del cuatripartito, no han tenido el mínimo coraje ético para condenar sin fisuras y comprometarse a adoptar medidas claras en contra de la impúdica exaltación terrorista, junto con otras acciones ilegales, que los okupas próximos a Bildu están realizando en el chalet de Caparroso, al rechazar la declaración presentada en tal sentido por nuestro Grupo Municipal. Maite Esporrrín ha exigido la reversión del inmueble al Ayuntamiento y ha añadido que, en caso de que no se adopten medidas claras en contra de lo denunciado "exigiremos la dimisión del alcalde y de los concejales responsables de lo ocurrido".

 

Tampoco UPN ha estado a la altura de las circunstancias, al escudarse en motivos formales para evitar rechazar las pintadas y amenazas recibidas por el alcalde por su decisión de exhumar los restos humanos de Mola y Sanjurjo y el resto de enterrados en la cripta del Monumento a los Caídos, así como al no dar su apoyo a dicha decisión.

 

Además, el Pleno ha evitado respaldar sendas declaraciones de los grupos de la oposición solicitando la paralización del proyecto social Geltoki, que nuestro Grupo Municipal apoya, a la espera de recibir una justificación por el incremento de casi tres veces del presupuesto inicialmente previsto para este proyecto.

 

El Pleno también ha evidenciado las contradicciones regionalistas y nacionalistas al apoyar o rechazar dos mociones en defensa de la autonomía de Navarra aunque con fundamento distinto (el contenido de los libros de texto y los riesgos para la foralidad de Navarra del acuerdo PP-C´s), en función de su interés partidista, mientras que nuestro Grupo Municipal ha sido el único que ha apoyado ambas: "el PSN no defiende la foralidad de Navarra a la carta como es el caso de UPN o las nacionalistas", ha declarado nuestra compañera Patricia Fanlo.

 

Con arreglo al nuevo Reglamento de Protocolo, el Pleno ha apoyado la concesión del Pañuelo de la Ciudad a Paulina Fernández, propietaria de la Churrería La Mañueta.

 

Al comienzo de la sesión, el Pleno se ha dado por enterado del expediente de la Cuenta General del 2015.

DECÍAMOS AYER...

 

El verano está finalizando y nada o muy poco ha cambiado en el panorama institucional. La desidia y el inmovilismo político de Mariano Rajoy conducen a un callejón sin salida. Sin el menor atisbo de cambio ni autocrítica, el líder popular afronta su proceso de investidura fiándolo todo a que las presiones internas y externas acaben doblegando la firme voluntad de Pedro Sánchez de no propiciar su continuidad al frente del gobierno.

 

Es cierto que las circunstancias institucionales actuales son tanto o más complicadas que las de la breve y finiquitada legislatura pasada, en la que únicamente la alianza del PP y Podemos evitaron un cambio progresista al frente del gobierno de España. Pero resulta cuando menos paradójico el desvergonzado empeño de tantos poderes fácticos en responsabilizar casi de forma exclusiva a Pedro Sánchez del devenir institucional futuro.