domingo, 25 de marzo de 2018

EL LABERINTO CATALÁN


El enrocamiento del soberanismo catalán, incapaz de abandonar sus posicionamientos rupturistas y de lograr una salida institucional legal para Cataluña, ha quedado plenamente al descubierto tras la sucesión de acontecimientos que se están viviendo estos días. A los fracasos en las investiduras imposibles de Carles Puigdemont, Jordi Sánchez y Jordi Turull, se ha unido la acción judicial del juez Llanera, que ha provocado la huida de Marta Rovira, el encarcelamiento preventivo de algunas de las principales figuras del soberanismo, la activación de la orden de detención para los líderes huidos de la justicia y, en última instancia, la detención de Carles Puigdemont en Alemania cuando volvía a su lujoso refugio en Waterloo tras un periplo propagandístico por diversos países.

Esta serie de lamentables acontecimientos dificulta más si cabe cualquier salida racional al problema catalán. Con un soberanismo incapaz de defender sus postulados desde el necesario respeto a la legalidad democrática, se hace inviable cualquier intento político para establecer un mínimo entendimiento institucional entre soberanistas y constitucionalistas que empiece a superar la tremenda fractura social y política de  Cataluña. Algo que casi nadie parece querer entender y únicamente aporta aún más inceridumbre y división al interminable laberinto catalán.