lunes, 16 de marzo de 2020

EL CORONAVIRUS, DESAFÍO SANITARIO, SOCIAL Y ECONÓMICO GLOBAL



Lo que empezó como una infección viral focalizada en una región de China, en escaso período de tiempo se ha transformado en una pandemia global de consecuencias sanitarias y económicas gravísimas.

La facilidad y rapidez con que el COVID-19 se está propagando por todo el mundo y las drásticas decisiones de aislamiento social que deben observarse para su control, nos colocan en una situación inédita y un futuro incierto. Sin restarle un ápice de importancia a su mortal incidencia, objetivamente estamos ante una pandemia que, más pronto que tarde, será controlada y derrotada. Sin embargo su brutal impacto social y económico ya empieza a causar estragos. Únicamente un comportamiento colectivo responsable que siga las indicaciones que las autoridades políticas y sanitarias están adoptando, servirá para controlar y frenar, al menos en primera instancia, la embestida de esta pandemia. 

El gobierno de Pedro Sánchez, siguiendo en todo momento los consejos de los expertos, ha decretado el estado de emergencia nacional, centrando la responsabilidad de las decisiones a adoptar en España en los ministros de Sanidad, de Interior, de Defensa y de Transporte y Movilidad, en coordinación con los responsables de las distintas comunidades autónomas y resto de autoridades. Junto a un comportamiento social mayoritariamente concienciado y responsable respecto a cómo comportarse ante la crisis, cabe destacar el enorme esfuerzo desarrollado por el personal sanitario así como el de otros sectores en los que la crisis está teniendo gran incidencia. Frente a ello quedan en triste anécdota algunas críticas y comportamientos partidistas tan mezquinos como inoportunos e irresponsables. Como bien ha indicado el presidente Sánchez "el virus no entiende de territorios e ideologías". Urge por ello actuar con responsabilidad y unidad para logar el objetivo común de derrotarlo.