Diario de Navarra y
Diario de Noticias publican el siguiente artículo de opinión, suscrito por nuestra portavoz municipal, Elma Saiz, bajo el título "Hablemos de proyecto de ciudad":
"¿Concepto o experiencia? Concepto es la representación mental que nos hacemos de una idea para comprenderla. Experiencia es el conocimiento que se adquiere tras haber ejecutado algo. Esta diferenciación de ambas, fue objeto de un análisis mucho más profundo, interesante y profesional por parte de un tertuliano hace unos días en una emisora de radio y quiero, con su permiso, usarlo como punto de partida para compartir con los lectores un primer análisis de la situación política del Ayuntamiento de Pamplona/Iruña.
El pasado 17 de junio, quedó constituida la nueva Corporación con la Sra. Ibarrola al frente de la misma como alcaldesa de Pamplona. Ese mismo día, la alcaldesa verbalizó un concepto al decir que “trabajaría para ser una buena representante de todos los ciudadanos”. Sé que hay una regla no escrita de los cien días de gracia para una persona que inicia la responsabilidad de gobernar, pero nuestra ciudad y sus problemas no pueden esperar porque llevamos ya años de retraso. Hay temas urgentes y, con respeto y prudencia, me ha parecido oportuno exponer mis ideas en relación a las primeras actuaciones de la Alcaldesa.
Como decía al inicio, una cosa es el concepto y otra bien distinta es la experiencia o vivencia de ese concepto. Y siempre desde la humildad. Una cosa es lo que prometió la Sra. Ibarrola y otra cosa es cómo se está comportando, máxime gobernando en minoría. El recurso fácil de insultar y culpar a quien gobierna de todos los males es un estilo poco recomendable cuando se ejerce la oposición, pero es que ahora esa inercia que ha venido practicando en los últimos 4 años, ya no le vale a la alcaldesa de UPN. Ahora es ella quien tiene el deber de ejercer su responsabilidad con efectividad y altura de miras, sin caer en populismos o en operaciones de marketing. No basta con decir que sufre “bloqueos absurdos” para justificarse.
En estos primeros días de la legislatura, la Sra. Ibarrola ya nos ha dejado algunos ejemplos: como sucede al ignorar la solicitud del Pleno en la que pedíamos no iniciar las obras de la Plaza de la Cruz, para permitir así una reflexión sobre el proyecto en la Comisión de Urbanismo y poder introducir mejoras y lograr un acuerdo de ciudad. La señora Ibarrola no quiso. Más de lo mismo en el caso de Ripagaina, donde la alcaldesa de Pamplona ha dado la espalda al Gobierno de Navarra, a los grupos municipales y al vecindario en la búsqueda de soluciones para este barrio frente a lo que fue el compromiso unánime de todos los candidatos en campaña, cuando coincidimos en la necesidad de más cooperación entre administraciones y participación ciudadana a la hora de decidir su futuro administrativo y mejorar la prestación de servicios públicos. Tras meses de retraso en la adecuación provisional destinada a la mejora de la accesibilidad y seguridad en la rotonda de San Jorge, la alcaldesa ha incumplido el mandato del Pleno consistente en un concurso de ideas y pretende ahora escurrir el bulto endosando al Gobierno de Navarra la solución definitiva a esta rotonda pese a que se trata de una competencia municipal.
Por otro lado, en estos Sanfermines, la alcaldesa ha gestionado los actos institucionales de manera manifiestamente mejorable. Sin ir más lejos, se negó a convocar la Mesa General de Sanfermines impidiendo con ello la expresión de los colectivos, y, además, en una burda maniobra, perpetró un desaire institucional al Gobierno de Navarra, utilizando a tal fin a la Comparsa de Gigantes, uno de los elementos más queridos y representativos de Pamplona que además forma parte del Cuerpo de Ciudad, declarado Bien de Interés Cultural. Finalmente, siguiendo la lamentable estela de la unión de PP y VOX en otros municipios, la alcaldesa escondió la bandera LGTBI, lo que supone toda una declaración de intenciones hacia este colectivo.
Con estas primeras actuaciones, parece que la alcaldesa Ibarrola, sigue sin aceptar que Pamplona es una ciudad plural, en la que, por encima de sus intereses partidistas, debe buscarse constantemente el bien común, colaborando entre administraciones a través del diálogo con el objetivo de fomentar la buena convivencia y alcanzar consensos. Como decía, una cosa es el concepto y las palabras huecas, y otra bien distinta es remangarse y trabajar codo con codo con los 27 concejales y concejalas de Pamplona para hacer que nuestra ciudad avance. Aquí estamos".