viernes, 30 de diciembre de 2011

ANTE EL PRÓXIMO CONGRESO FEDERAL DEL PSOE

Dentro del debate precongresual de nuestro Partido, este jueves 29 de diciembre, el Diario de Navarra ha publicado el siguiente artículo-carta que, bajo el título "Ante el próximo Congreso Federal del PSOE", suscribe el Secretario General de nuestra Agrupación, Eduardo Vall:

"El Partido Socialista está a punto de abordar la elección de la ponencia, equipo y líder con que afrontar un futuro que se presenta tan incierto como preocupante. Buena parte de nuestra militancia es coincidente -no sin algunos matices y sin obviar todo lo que de bueno ha habido- a la hora de identificar las circunstancias y errores que han colocado a nuestra organización política bajo mínimos históricos. Así, y por lo que hace a la política institucional, el hecho de no haber asumido a tiempo la gravedad de la crisis; la improvisación de algunas de las acciones adoptadas; la aprobación de determinadas medidas económicas, al parecer tan imprescindibles de tomar como impopulares; o una desnortada política de comunicación, son algunas de las críticas más extendidas. Y, en lo que hace al ámbito interno, está igualmente extendida la creencia de que existe un importante anquilosamiento en nuestro funcionamiento y estructura, que aleja al PSOE de una sociedad que, en pleno siglo XXI, ha tomado la delantera -al menos en el ámbito de la izquierda- a la forma tradicional de entender la política.

Hay, además, cierta sensación de inmediatez en este decisivo proceso congresual. Téngase en cuenta que la ponencia política a debatir, será puesta a disposición de la militancia el día 8 de enero, y que las asambleas en que las distintas agrupaciones socialistas hemos de elegir a nuestros delegados y delegadas a los congresos previos, se tienen que desarrollar entre el 9 y el 15 de enero. Es decir: el conjunto de la militancia va a afrontar el único momento en que su voto va a ser decisivo en todo este proceso, sin conocer suficientemente ni el documento base de debate, ni los proyectos y personas que van a concurrir definitivamente al mismo. Así las cosas, habrá que formular espacios de participación para la militancia, que ayuden a superar estas disfunciones. Igualmente, las asambleas debieran plantearse primando criterios de integración y pluralidad, propiciando la mayor libertad y participación en este incierto proceso.

Al margen de ello, sorprende el comportamiento beligerante de algunas personas que quizás debieran guardar energías y razones para explicar su responsabilidad con la situación en la que ahora nos encontramos, en vez de dar cursillos acelerados sobre cómo superar los problemas a los que ellas mismas tanto han contribuido. Pues aunque libertad y legitimidad formal para actuar como lo están haciendo no les falte, el decoro, la prudencia y la coherencia casan mal con algunos excesos.

Los congresos socialistas siempre han sido espacios de reflexión y libertad. El debate, la crítica, la confrontación de propuestas, proyectos y candidaturas es algo inherente a los mismos. Y en este caso, algo imprescindible. Pero, sin merma alguna de ello, no estaría de más que las cosas transcurrieran de forma fraternal y leal (en feliz expresión de nuestro Secretario General regional) de manera que esto no acabe pareciendo una pelea de patio de colegio.

Sobre todo porque, por encima del futuro de nuestro Partido, lo que nos jugamos en este Congreso Federal es el futuro de la izquierda española y, con él, el de la alternativa a esta derecha crecida y marianista que se nos viene encima".