El pasado Pleno municipal evidenció con claridad meridiana todas las carencias que Enrique Maya y UPN acumulan en esta legislatura, aunque bien es cierto que muchas de ellas son herencia del mandato de Yolanda Barcina.
La manifiesta incapacidad de UPN para generar un mínimo clima de consenso político que ayude superar la inestabilidad institucional que Pamplona arrastra, ha deparado una nueva prórroga presupuestaria que en nada beneficia a nuestra ciudad. Parece mentira que como una única justificación para ello, UPN argumente que su estrategia de partido le impide dialogar con los grupos políticos que no coinciden con su modelo institucional. Como si Pamplona y sus problemas concretos no estuvieran muy por encima de las estrategias partidistas. Los socialistas, que hemos dado muestras incontables de anteponer el interés de la ciudad al de nuestras siglas, no vamos a consentir actitudes ventajistas y partidistas como las que plantea UPN. Y seguiremos trabajando para alcanzar consensos y acuerdos que den solución a los problemas de nuestra ciudad y, muy especialmente, a las necesidades de las personas que más lo necesitan. Con o sin UPN. Y es que la compleja situación que vivimos, no permite otra postura.
Cabe por ello, hacer un llamamiento expreso a Enrique Maya para que de una vez por todas actúe en consecuencia y anteponga el interés de la ciudad de la que es alcalde, a las consignas que recibe desde el Palacio de Navarra y la Plaza Príncipe de Viana.
