Ajeno a la dura realidad cotidiana que atraviesa España. Así se ha mostrado Mariano Rajoy en el debate parlamentario de la Nación desarrollado en el Congreso de los Diputados. En un tono mitinero y populista, el Presidente del Gobierno ha obviado los enormes costes sociales que está acarreando la larga crisis que padecemos y ha centrado su intervención únicamente en resaltar la leve recuperación de las cifras macroeconómicas. Lo cual ha sido duramente criticado por el socialista Pedro Sánchez, cuestionando a un Rajoy "cuya única medida de regeneración democrática ha sido golpear a martillazos el ordenador de Bárcenas en la sede del PP". Sánchez, que se ha reivindicado "como un político limpio", ha denunciado "la injustificada autocomplacenciada" del líder popular: "¿Por qué calles pasean ustedes, con qué gente hablan, Sr. Rajoy?", ha espeta Sánchez a un Rajoy que ha mantenido un tono chulesco y despreciativo durante el debate con Sánchez impropio de un Presidente de Gobierno y que refleja bien a las claras la actitud con que la derecha despacha las cuestiones y a las personas, colectivos y sectores sociales que no son de su agrado.
