Tras un cúmulo de vicisitudes deportivas y extradeportivas negativas, la lucha en equipo, el liderazgo del grupo que ha ejercido el navarro Enrique Martín, una nueva directiva que ha dirigido al club con rigor, modestia y honradez, el pasado apoyo en los peores momentos que Osasuna recibió de la administración foral y, muy especialmente, una afición incondicional de un club que es santo y seña de la identidad navarra, han sido los principales factores que han ayudado a que Osasuna consiga un gran logro deportivo con repercusiones sociales, mediáticas y económicas de indudable interés para nuestra ciudad.
Por todo ello, está justificada la alegría vivida en toda Navarra y, singularmente, en Pamplona, haciéndonos eco de la recepción que el Ayuntamiento ha tributado este domingo al equipo rojillo y que ha servido de "ensayo" del chupinazo de las próximas fiestas de San Fermín.