jueves, 25 de mayo de 2017

LA FRACTURA DE ASIRON

 
La Pamplona de Asiron entra en crisis. Las inaguantables broncas internas del equipo de gobierno, ante la impavidez de un alcalde cuya única prioridad es seguir aferrado a su sillón, parecen llevar a un callejón sin salida a un cuatripartito tantas veces sectario y partidista.
 
Las excentricidades de Aranzadi, la incoherencia de IE, la equidistancia de Geroa Bai y la causa patria de EH Bildu no parece que casen bien entre sí. Tanto menos ante una ciudadanía que recela de las prácticas identitarias y clientelares que practican.
 
Y mientras el alcalde ni sabe ni puede poner orden en su casa, esta gris legislatura cumple dos años, con una Pamplona atascada y ensimismada, incapaz de trabajar en clave futura.