lunes, 8 de marzo de 2010

CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA


Coincidiendo con las celebraciones del Día Internacional de la Mujer, el domingo 7 de marzo el Diario de Navarra publicaba un artículo de opinión de la Secretaria de Igualdad de nuestra Comisión Ejecutiva Local, Isabel Fernández Pan, que por su interés reproducimos:

En su resolución de 1999, la ONU estableció que la violencia contra la mujer constituye la manifestación de unas relaciones de poder históricamente desiguales entre el hombre y la mujer, que han conducido a que el hombre domine a la mujer y la discrimine, impidiendo su igualdad plena. La violencia contra la mujer constituye uno de los mecanismos sociales fundamentales por los que se la reduce a una situación de subordinación respecto del hombre. Transcurridos más de diez años todavía podemos observar con preocupación los escasos avances obtenidos.

El artículo 1º de la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer (Resolución 48/104 de 20 de diciembre de 1993) define la “violencia contra la mujer” como todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer; así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.

La consecución de la erradicación de la violencia de género recae en distintos organismos puesto que ésta es una tarea que requiere de un trabajo multidisciplinar y necesariamente bien coordinado. Aún reconociendo que se ha emprendido el difícil camino de la igualdad efectiva, son muchas las labores que nos quedan por hacer a todos y todas. La violencia de género tiene el claro objetivo de mantener el desequilibrio de poder, con el que hemos de romper definitivamente. Esta violencia consigue, en muchos casos, destruir la autoestima y la capacidad de reacción de las mujeres ante la injusta conculcación de sus derechos y libertades.

En este ámbito de la lucha contra la violencia de género se van conociendo los resultados de diferentes informes y memorias anuales elaborados por diferentes instituciones al finalizar 2009. Estos datos son mejores que los de 2008, año en el que por desgracia Navarra se situó en segundo lugar en el ranking de Comunidades Autónomas que más casos de muertes por violencia de género se produjeron, según el Observatorio para la Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial. Este dato tiene en cuenta el número de muertes por índice de población.

Según datos del Ministerio de Igualdad, un total de 55 mujeres fueron asesinadas en 2009 por sus parejas o ex parejas, cifra que supone 21 víctimas menos que en 2008, cuando a 31 de diciembre se contaban 76 fallecidas. En cuanto al perfil, en 2009 más del 60% de las víctimas eran españolas, frente al 36,4% que procedían de otros países. El grupo más numeroso de fallecidas (16) tenía entre 31 y 40 años de edad, aunque también murieron ese año once mujeres que no habían cumplido aún los 31 años Si bien toda acción es positiva en esta lucha, la educación desde todos los ámbitos se presenta como una de las claves para combatir esta problemática social. Los dos últimos casos más mediáticos, Nagore Laffage y Marta del Castillo, fueron perpetrados por jóvenes contra jóvenes, en edad de formación. Las aulas se presentan como una poderosa herramienta a la hora de educar en igualdad, aunque la responsabilidad es de todos los que formamos parte de la sociedad, cada uno desde su ámbito de actuación.

Ojalá este 2010 nos ofrezca datos más esperanzadores, ya que independientemente de que se haya reducido la cifra de víctimas mortales un 27,6%, según datos del Ministerio de Igualdad, existen mujeres asesinadas cuyos casos no se computan a efectos legales bajo la categoría de violencia de género, dato a sumar al escalofriante número ante el que de ninguna manera podemos permanecer indiferentes. Debemos tener claro que la violencia de género no desaparecerá mientras no se acabe con la discriminación que las mujeres sufren en esta sociedad. La violencia de género existe porque existe una relación desigual entre hombres y mujeres. Hasta que las mujeres no dejen de ser tratadas como ciudadanas de segunda clase no se acabará con este problema.