El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha propuesto llevar a cabo un “gran pacto sobre el empleo” al que ha convocado a Comunidades Autónomas, sindicatos, empresarios y a todas las fuerzas políticas “para que todos rememos en la misma dirección”. Junto a ello, Rubalcaba ha anunciado que su oferta programática incluirá también la puesta en marcha de planes específicos de creación de empleo, medidas para facilitar la creación de empresas e incentivos a la contratación.
En el acto de clausura de la Conferencia Política del PSOE que se ha celebrado este fin de semana en Madrid, Rubalcaba ha señalado que “el empleo tiene que ser punto de partida y punto de llegada; motor del crecimiento y efecto del crecimiento”, pero sin olvidar “que el empleo lo crean las empresas. Necesitamos más empresarios, más emprendedores”. Para ello, propone facilitar la creación de empresas, estimular a los emprendedores, favorecer el crédito para las pymes y los autónomos, y conseguir que las empresas españolas sean más grandes y más internacionales. Una creación de empleo que pasa también, según ha explicado el candidato socialista, por obtener recursos extraordinarios. Unos ingresos que se obtendrían “de las grandes fortunas”, a través del impuesto de patrimonio, “de los bancos, de las cajas”, a las que “les hemos echado una mano y a las que es razonable que les pidamos un esfuerzo y que echen una mano para crear empleo para aquellos que más lo necesitan”.
Ante el auditorio, Rubalcaba ha advertido del retroceso que supondría la llegada del PP al Gobierno, ya que con ellos no empieza el cambio, sino que más bien se detienen los cambios y, en muchas ocasiones, se da marcha atrás. “El PP quiere hacernos creer que lo mejor que nos puede pasar en el futuro es volver al pasado”, pero -ha recordado- “Aznar gobernó con el viento económico a favor y nosotros, una parte, también. Pero hay una diferencia: ellos crecieron, y nosotros más; ellos crearon empleo, y nosotros más; ellos congelaron la I+D y nosotros la duplicamos; ellos no hicieron política social y nosotros sí; ellos dejaron las pensiones mínimas prácticamente con el mismo poder adquisitivo y nosotros las hemos subido casi un 30%. No somos iguales, ni cuando las cosas van bien ni cuando van mal”, ha sentenciado.
El candidato socialista ha criticado los recortes de derechos y servicios públicos que se están llevando a cabo en las Comunidades Autónomas gobernadas por el PP. “¿De dónde ha sacado la derecha la idea de que para recuperar la economía y crear empleo hay que reducir los servicios públicos esenciales?”, se ha preguntado. “Es justo al contrario. La reducción de esos servicios públicos conduce a la injusticia social y, con toda seguridad, a la ineficiencia económica”.
En otro momento de su intervención, Rubalcaba ha identificado al PSOE como el partido de las reformas y de los cambios, de los derechos y las libertades, de la igualdad de oportunidades, de la cohesión social y de los grandes acuerdos. “El PSOE es el único partido progresista que puede gobernar España. La alternativa a un gobierno progresista del PSOE no es otro gobierno progresista; la alternativa es siempre un gobierno de la derecha”, ha dicho.
El candidato se ha comprometido a seguir avanzando en la lucha por la igualdad, que ha constituido una seña de identidad de los socialistas. En este sentido, ha señalado que no quiere “sólo hacer política para las mujeres” sino que “las mujeres hagan la política y tomen decisiones en pie de igualdad con los hombres. No las quiero a nuestro lado; las quiero en nuestro sitio”. También ha apostado por la conciliación de la vida personal y familiar, “por unos horarios de trabajo razonables para conciliar el trabajo y la familia. No se trata de trabajar menos, sino de organizarnos mejor”.
Alfredo Pérez Rubalcaba ha finalizado su discurso asegurando que, al margen de las encuestas, “tenemos que dar la batalla confiando en los ciudadanos, que son maduros y son los dueños del voto. Su confianza es la que tenemos que merecer. Al final los ciudadanos deciden. Puede ser que ganemos o que perdamos. Pero yo no me voy a dejar ganar. No nos vamos a dejar ganar. Vamos a seguir adelante, con justicia, con modernidad. Tenemos un gran problema: el empleo. Tenemos una gran ambición: la igualdad. Y tenemos un gran aliado: el cambio”, ha concluido.
En el acto de clausura de la Conferencia Política del PSOE que se ha celebrado este fin de semana en Madrid, Rubalcaba ha señalado que “el empleo tiene que ser punto de partida y punto de llegada; motor del crecimiento y efecto del crecimiento”, pero sin olvidar “que el empleo lo crean las empresas. Necesitamos más empresarios, más emprendedores”. Para ello, propone facilitar la creación de empresas, estimular a los emprendedores, favorecer el crédito para las pymes y los autónomos, y conseguir que las empresas españolas sean más grandes y más internacionales. Una creación de empleo que pasa también, según ha explicado el candidato socialista, por obtener recursos extraordinarios. Unos ingresos que se obtendrían “de las grandes fortunas”, a través del impuesto de patrimonio, “de los bancos, de las cajas”, a las que “les hemos echado una mano y a las que es razonable que les pidamos un esfuerzo y que echen una mano para crear empleo para aquellos que más lo necesitan”.
Ante el auditorio, Rubalcaba ha advertido del retroceso que supondría la llegada del PP al Gobierno, ya que con ellos no empieza el cambio, sino que más bien se detienen los cambios y, en muchas ocasiones, se da marcha atrás. “El PP quiere hacernos creer que lo mejor que nos puede pasar en el futuro es volver al pasado”, pero -ha recordado- “Aznar gobernó con el viento económico a favor y nosotros, una parte, también. Pero hay una diferencia: ellos crecieron, y nosotros más; ellos crearon empleo, y nosotros más; ellos congelaron la I+D y nosotros la duplicamos; ellos no hicieron política social y nosotros sí; ellos dejaron las pensiones mínimas prácticamente con el mismo poder adquisitivo y nosotros las hemos subido casi un 30%. No somos iguales, ni cuando las cosas van bien ni cuando van mal”, ha sentenciado.
El candidato socialista ha criticado los recortes de derechos y servicios públicos que se están llevando a cabo en las Comunidades Autónomas gobernadas por el PP. “¿De dónde ha sacado la derecha la idea de que para recuperar la economía y crear empleo hay que reducir los servicios públicos esenciales?”, se ha preguntado. “Es justo al contrario. La reducción de esos servicios públicos conduce a la injusticia social y, con toda seguridad, a la ineficiencia económica”.
En otro momento de su intervención, Rubalcaba ha identificado al PSOE como el partido de las reformas y de los cambios, de los derechos y las libertades, de la igualdad de oportunidades, de la cohesión social y de los grandes acuerdos. “El PSOE es el único partido progresista que puede gobernar España. La alternativa a un gobierno progresista del PSOE no es otro gobierno progresista; la alternativa es siempre un gobierno de la derecha”, ha dicho.
El candidato se ha comprometido a seguir avanzando en la lucha por la igualdad, que ha constituido una seña de identidad de los socialistas. En este sentido, ha señalado que no quiere “sólo hacer política para las mujeres” sino que “las mujeres hagan la política y tomen decisiones en pie de igualdad con los hombres. No las quiero a nuestro lado; las quiero en nuestro sitio”. También ha apostado por la conciliación de la vida personal y familiar, “por unos horarios de trabajo razonables para conciliar el trabajo y la familia. No se trata de trabajar menos, sino de organizarnos mejor”.
Alfredo Pérez Rubalcaba ha finalizado su discurso asegurando que, al margen de las encuestas, “tenemos que dar la batalla confiando en los ciudadanos, que son maduros y son los dueños del voto. Su confianza es la que tenemos que merecer. Al final los ciudadanos deciden. Puede ser que ganemos o que perdamos. Pero yo no me voy a dejar ganar. No nos vamos a dejar ganar. Vamos a seguir adelante, con justicia, con modernidad. Tenemos un gran problema: el empleo. Tenemos una gran ambición: la igualdad. Y tenemos un gran aliado: el cambio”, ha concluido.
