Cerca de 25.000 personas han acudido a la marcha cívica en favor de la identidad navarra y su bandera que se ha celebrado este sábado en Pamplona.
La marcha, convocada por distintas organizaciones navarras y a la que se ha sumado el PSN, nace como respuesta a la derogación de la Ley de Símbolos con la que el ejecutivo de Barkos pretende permitir el izado formal de la ikurriña en Navarra en igualdad de condiciones que la bandera foral.
La reacción de una parte muy importante de la ciudadanía contra las políticas identitarias y frentistas del gobierno cuatripartito, demuestra cómo las mismas únicamente sirven para dividir nuestra sociedad. Las preocupaciones ciudadanas mayoritarias pasan por políticas que se centren en el bienestar social, el desarrollo económico, la igualdad de oportunidades y la defensa de las personas, haciendo hincapié en los aspectos formales que nos unen.
Desde el respeto a quienes por distintas motivaciones discrepaban de la convocatoria, cabe reflexionar sobre el elevado grado de agresividad que el entorno político, social y mediático próximo al gobierno de Barkos ha desatado contra una manifestación que ha discurrido en un ambiento cívico y festivo.
