Ni la fuerte lluvia que ha descargado al comienzo de la marcha, ni la agobiante presión contraria desatada por el entorno político, social y mediático del gobierno Barkos, han impedido que más de 20.000 navarros y navarras de toda condición hayan salido a manifestarse este sábado 2 de junio en Pamplona en contra de la discriminación lingüística que progresivamente va implantando el Gobierno de Navarra y los ayuntamientos navarros en manos nacionalistas, con el de Pamplona a la cabeza, que tanto perjudica a la gran mayoría de la ciudadanía navarra.
Tal y como viene denunciando el Partido Socialista de Navarra y nuestro grupo municipal, es totalmente inaceptable la indiscriminada valoración al alza del euskera que la administración foral y algunos ayuntamientos están aplicando en el condicionado para acceder al empleo público, conculcando así el derecho a acceder a ese empleo en igualdad de oportunidades al conjunto de la ciudadanía, cuando todos los datos y estudios sociolingüísticos de Navarra y de Pamplona nos demuestran que únicamente un pequeño porcentaje de sus habitantes dominan y utilizan esta lengua.
Desde el Partido Socialista siempre hemos defendido el euskera y la necesidad de hacerlo extensivo a los puestos de trabajo de atención al público en las zonas en que su implantación lo aconseje, pero no podemos aceptar la discriminación que supone valorarlo de forma injustificada y exagerada con carácter general para todos los puestos de trabajo tal y como, por ejemplo, está haciendo el Ayuntamiento de nuestra ciudad.
Las lenguas son un patrimonio valioso de comunicación y entendimiento que debe fomentarse, pero nunca pueden tornar en objetivo político, tal y como viene haciendo el nacionalismo con el euskera. Entre otras cosas porque, además de provocar una injusta e innecesaria discriminación, puede acabar logrando el objetivo contrario al supuestamente deseado: que la mayoría social que desconoce el euskera lo acabe aborreciendo. Algo que Navarra no puede permitirse con un patrimonio y una lengua propia tan valiosa como es el euskera.
Desde el Partido Socialista siempre hemos defendido el euskera y la necesidad de hacerlo extensivo a los puestos de trabajo de atención al público en las zonas en que su implantación lo aconseje, pero no podemos aceptar la discriminación que supone valorarlo de forma injustificada y exagerada con carácter general para todos los puestos de trabajo tal y como, por ejemplo, está haciendo el Ayuntamiento de nuestra ciudad.
Las lenguas son un patrimonio valioso de comunicación y entendimiento que debe fomentarse, pero nunca pueden tornar en objetivo político, tal y como viene haciendo el nacionalismo con el euskera. Entre otras cosas porque, además de provocar una injusta e innecesaria discriminación, puede acabar logrando el objetivo contrario al supuestamente deseado: que la mayoría social que desconoce el euskera lo acabe aborreciendo. Algo que Navarra no puede permitirse con un patrimonio y una lengua propia tan valiosa como es el euskera.