El último debate de esta legislatura sobre el estado de la ciudad ha mostrado a un alcalde Asiron cansino, que se ha limitado a desgranar su gestión sin abordar las polémicas identitarias, lingüísticas y clientelares que la rodean. El tono autocomplaciente y plano de Asiron únicamente se ha visto alterado para contestar de manera prepotente a las numerosas objeciones que le han hecho los grupos de la oposición.Para nuestra Portavoz, Maite Esporrín, "esta es una legislatura fallida en donde se gobierna únicamente para una parte de la ciudadanía, la de los partidos del cuatripartito". Esporrín ha hecho un repaso a las distintas áreas municipales, lamentando las carencias en materia de políticas sociales, de participación o institucionales, criticando la excesiva valoración discriminatoria del euskera a la hora de acceder a la función pública municipal, el uso clientelar de los edificios y espacios públicos, la politización de fiestas y determinados eventos populares o la poca inversión en los barrios más necesitados. Esporrín, que ha recordado el apoyo socialista a algunas de las medidas del equipo de gobierno como lo referente a vivienda, memoria histórica o algunas acciones en defensa de la igualdad, ha criticado "la aplicación del rodillo del 14/13 en la mayoría de actuaciones del equipo de gobierno" y ha pedido a Aranzadi e IE que "no den cobertura a las políticas nacionalistas de Asiron y trabajen en medidas progresistas". Nuestra Portavoz ha defendido "una Pamplona menos frentista y más amable, inclusiva y plural".
