La crisis económica mundial, ha vuelto a poner a prueba a nuestra sociedad en las últimas semanas. Los mercados internacionales y europeos, especialmente los países mediterráneos, afrontamos una preocupante situación que está amenazando la propia subsistencia de la Unión Europea. Por eso se ha aprobado el llemado Mecanismo Europeo de Estabilización para movilizar hasta 750.000 millones de euros en defensa de las economías de la eurozona. El Gobierno de España, en línea con el resto de gobiernos europeos, ha ido reaccionando ante la crisis adaptando sus decisiones a la evolución económica, procurando salvaguardar a los sectores más débiles y perjudicados por la crisis.
Los paises que comparten el euro, a la vista de los últimos movimientos especulativos sufridos, han decidido intensificar la supervisión de los mercados y la adopción de medidas individualizadas que aseguren su viabilidad económica.
En coherencia con estos compromisos, el Gobierno de España ha adoptado unas medidas económicas duras pero imprescindibles, que buscan ser lo más equitativas posibles en lo que van a suponer de esfuerzo temporal, y que afrontan decididamente la reducción de nuestro déficit, un déficit motivado por los esfuerzos económicos y sociales públicos adoptados hasta ahora. Son medidas que van a sanear las arcas públicas afectando lo menos posible a la inversión pública, a las medidas en favor de la generación de actividad económica y de consumo, y a la protección de las personas más perjudicadas por la crisis: los desempleados. Medidas necesarias para cumplir nustros compromisos con Europa, soporte fundamental de estabilidad política y social, para reforzar la confianza del mercado y los inversores en España y en nuestra economía, para seguir fortaleciendo nuestro sistema productivo, base para la creación de empleo y riqueza colectiva, y para preservar nuestro estado de bienestar.
Los socialistas estamos seguros de que España saldrá adelante. Nadie debiera permanecer al margen de este esfuerzo nacional.
